Origen de la Revista de Derecho Agrario

En 1985 se crea la  Revista llamada de Derecho Agrario y Alimentario, con una visión nueva, mas Alimentarista, mas moderna, más progresiva del Derecho Agrario.

La creación de esta revista tuvo lugar con ocasión del primer Congreso de Derecho Agrario (Congreso que sirvió para plantear los primeros avances del Derecho Agrario autonómico en España.), propiamente dicho, que organizó la AEDA, en Sevilla, precisamente en una fecha clave como la  de 1985 en la que acababa de aprobarse la Ley de Reforma Agraria Andaluza que fue objeto allí de críticas diversas.

Iniciada en esa fecha, publica dos números anuales, o sea, era una revista, pues, semestral dado que en aquel momento no existía una gran demanda en España de estudios de Derecho Agrario. Pero la Revista tuvo desde el primer momento una calidad selecta, contribuyeron a ello las firmas de los Catedráticos de Derecho civil que se dedicaban al Derecho Agrario, más algunos otros especialistas, Registradores de la Propiedad, Notarios, Letrados del Consejo de Estado, Letrados de las Cortes, Profesores auxiliares, en fin, una pléyade de personas que llegó a ser de 60 comensales, cuando el Ministro de Agricultura Miguel Arias Cañete, en el año 2002, los invitó a almorzar en el Ministerio de Agricultura para crear 6 grupos de trabajo de desarrollo legislativo que habían de trabajar en paralelo para la aplicación del Libro Blanco de la Agricultura española.

De la escasa dedicación que existía en España al Derecho Agrario en los años 40 y 50, con dos o tres agraristas, nos encontramos a estas alturas con 60 agraristas en 2002 y estos agraristas llevaron a cabo una labor de colaboración importantísima con el Ministerio de Agricultura; se firmó un convenio entre AEDA y éste donde en virtud del cual se le entregan 12 proyectos de Ley de los cuales, uno de ellos, el de arrendamientos rusticas, fue llevado a las Cortes y aprobado por las mismas, estando vigente hoy como ley reguladora de esa materia.

La revista se fue difundiendo pero llega un momento en que se quiere pasar a los 3 ejemplares y, efectivamente se pasa, pero se comprueba que se ha pecado de excesivo optimismo. El interés por robustecer el Derecho Agrario ha llevado a los directivos de la revista a arriesgarse y obtener un saldo negativo ,después de haber aportado nosotros el esfuerzo e, incluso, algo de dinero particular para mantener la revista, todo lo cual, hasta cierto punto, justifica esta petición de ayuda a la Universidad de Valencia, ya que se ha comprendido la importancia enorme que tiene para esta Comunidad la materia del Derecho Agrario, ahora enriquecida enormemente con la nueva legislación del derecho alimentario.

Lo lógico sería tener en España una revista similar a la “Rivista di Diritto Agrario” italiana, que es trimestral y publica cuatro números espléndidos al año, con algún retraso, eso si, pero siempre cuidando la calidad y siendo muy rica en secciones, doctrinales de bibliografía, de jurisprudencia comentada, de noticias, con participación de agraristas extranjeros, etc.., es un modelo envidiable para nosotros.

Es la revista del mundo entero, porque trata del Derecho Agrario en todos los países, aunque, lógicamente, especial al Derecho agrario italiano y también al Derecho comunitario. Encontramos en ella artículos muy sustanciosos sobre el derecho agrario norteamericano, por ejemplo, o referidos al derecho agrario sudamericano, argentino, chileno, etc…es una revista, pues,  abierta a todos los agraristas del mundo que goza de un gran predicamento.

Ese modelo es el que nos guía a nosotros y podemos decir hoy, que nuestra revista está a la altura científica de esa revista italiana y de la “Revue di droit rural”, que es su homóloga francesa, y totalmente subvencionada por el Ministerio de Agricultura francés, de muchas menos paginas que la italiana pero en la que encontramos artículos muy interesantes sobre la evolución legislativa en el país vecino, aunque no puede compararse a nivel científico ni con la italiana, ni con la nuestra, siendo estas dos mas importantes y científicas.

Nuestra revista tiene una sección de estudios, una sección de documentación donde se publican, entre otros, informes de la Comunidad Europea, por ejemplo, documentos de investigación; luego tiene sus secciones de jurisprudencia, una sección de bibliografía, donde se hacen reflexiones sobre libros, su sección de noticias, sobre todo de información de eventos tales como Congresos o Seminarios, etc…; en fin, sin llegar a alcanzar el número de páginas de la revista italiana, se le aproxima y por lo menos, puede decirse que a partir de ese año de 1985, España tiene su revista de Derecho Agrario y Alimentario de la que hasta ese momento, carecía. Esa carencia es muy significativa de un fallo en el abanico de especialidades científico-jurídicas que se conocen, se estudian, se tratan, se enseñan en el ámbito de la universidad española.

La revista, pues, es una pieza clave para esta finalidad político legislativa y en este sentido nos atrevemos a pedir esta ayuda que nos permitiría mantener nuestros números anuales e, incluso, pensar en los cuatro números anuales con una revista muy similar en riqueza informativa y de investigación a su homóloga italiana.